Boca se trajo un empate de oro de la altura de Quito

En un partido con pocas llegadas, el Xeneize igualó 0-0 con un Independiente del Valle bastante deslucido. La revancha será en siete días en La Bombonera.

Con pibes como Julián Ceballos, Boca se trajo un punto de oro de Quito

La excursión a la altura de Quito terminó siendo positiva para Boca. Con un equipo diezmado, el Xeneize logró sacar un empate 0-0 ante un rival que no lo complicó mucho. E incluso tuvo algunas chances para ganar el partido, dejando una buena imagen para la revancha que se desarrollará en siete días en La Bombonera.
Con un mediocampo con muy poca experiencia, pareció que el equipo que orienta Diego Martínez iba a sufrir en los 2.850 metros de la ciudad ecuatoriana. Pero el planteo terminó siendo bueno y más allá de que a los más chicos les costó soltarse en un inicio, al final terminaron jugando un partido correcto.

Buen trabajo de Marcos Rojo y Lautaro Di Lollo, impasables por arriba, para un equipo que atacó como pudo y brilló en defensa, ayudado por la falta de ideas de su oponente. Quedó muy bien parado para el desquite como local para el cual tal vez recupere a alguno de sus lesionados, además de a Pol Fernández, que cumplió su suspensión.
De menor a mayor recorrió Boca el primer tiempo. Arrancó bastante timorato, con el rival y la altura, y casi no tuvo la pelota durante media hora. Pero al final terminó generando las principales acciones de peligro frente a un rival impreciso que atacó siempre por las bandas y terminó lanzando centros, o generando córners, que nunca llegaron a destino.

 
El equipo ecuatoriano inquietó a Chiquito Romero con un par de disparos de fuera del área y nada más. Después lanzó muchos centros pero encontró siempre bien parados a los centrales xeneizes y a Mauricio Benítez, que, por momentos, se replegó y fue un zaguero más. Por eso el equipo de Diego Martínez no pasó sustos en esa primera mitad.

El problema pasaba por encontrar el balón. Salvo Jabes Saralegui, que terminó redondeando una buena etapa inicial, el juvenil mediocampo de Boca no funcionaba de mitad de cancha hacia adelante. De todos modos Boca se las arregló para llegar.

Primero lo hizo con un tiro libre de Julián Ceballos, forzado tras un muy buen quite de Benítez en tres cuartos de cancha, que el arquero Wellington Ramírez rechazó al córner. Después cuando Saralegui robó una pelota en el flanco derecho y Lautaro Di Lollo, que andaba por el área rival, no alcanzó a desviar con precisión el centro de su compañero.

Y finalmente, ya en tiempo adicionado, con un balón que se llevó a lo guapo Miguel Merentiel pero, dentro del área, le quedó para su pierna izquierda y no le dio bien cuando estaba cara a cara con el guardavalla rival. Así el primer tiempo terminó sin goles.

Los primeros 15 minutos del complemento fueron de ida y vuelta. Se soltaron más los juveniles volantes de Boca y si bien hubo una sola llegada, con un buen arranque de Merentiel por izquierda, la visita tuvo más tiempo la pelota.

Del otro lado hallaron más espacios y generaron algo de riesgo con Kendry Páez manejando el balón, pero siguieron abusando de los centros mal lanzados.

 
Sobre los 15, Martínez sacó a Ceballos, que había crecido, e hizo ingresar a Juan Ramírez, con más experiencia pero muy falto de fútbol, y sacó a Lucas Janson para poner a un tercer central: Mateo Mendía. En consecuencia a Boca se le complico llegar.

Sin embargo, los 20 el DT se dio cuenta de esa situación e hizo reaparecer a Exequiel Zeballos, ideal para arrancar de contra, aunque perdió marca en el medio al salir Benítez.

Y Zeballos volvió con ganas: recuperó enseguida un balón en ataque y habilitó a Merentiel, que quedó mano a mano con el arquero rival, pero este le ganó el mano a mano y rechazó al córner. Fue la última llegada del equipo argentino.

Sobre el final, Boca fue retrocediendo y el elenco ecuatoriano no tuvo ideas para destrabar la situación. Terminó siendo empate y un buen negocio para Boca, que en siete días en el llano será capaz de escribir otra historia.