Giro inesperado en la investigación. La Policía descartó que el disparo fuera desde un auto. Allanaron las casas de tres adolescentes y en la habitación de uno de ellos, de 14 años, encontraron un revólver calibre 22. Esos jovencitos ya habían sido demorados el jueves cuando rondaban en la escena del crimen.
Cinco días de intensivos trabajos de investigación policial hicieron dar un giro inesperado en torno al asesinato de un arquero de fútbol de la ciudad correntina de Santo Tomé. Ahora, la principal hipótesis es que un chico de 14 años podría ser el autor del disparo mortal.
Ayer, en casa del menor encontraron un revólver calibre .22 corto con una vaina servida y otra intacta en su tambor giratorio. Las características del arma de fuego serían compatibles a la utilizada para acabar con la vida de César Catalino Muñoz, de 30 años.
De esta manera, la teoría de que el disparo fue realizado desde un automóvil en movimiento quedaría completamente de lado, ya que el dueño del rodado fue ubicado y en la requisa, peritajes científicos y demás labores a su alrededor dieron negativo.
La presunción de los detectives apunta a que el adolescente, quizá junto a uno o sus dos amigos con quienes aquella noche del jueves fueron demorados al merodear la escena del crimen, estaba manipulando el arma y realizó la detonación desde un costado de la calle.
Justo en el momento pasaba a unos metros el automóvil, tal como evidencia el registro de una cámara de seguridad, esquivando la ondulación de una boca de tormenta y por esto se sospechó que a Muñoz le dispararon desde el auto.
El revólver secuestrado estaba dentro del ropero en la habitación del jovencito al que llevaron demorado junto a su padre, para quedar a disposición de las autoridades judiciales.
Tanto la madre como el padre del chico habrían manifestado desconocer que existía un revólver en la casa, ubicada a poco menos de 100 metros de la esquina de 9 de Julio y Juan Velázquez, donde César cayó desplomado luego de sufrir el impacto de bala en el tórax, que dañó su corazón.
Los adolescentes rondaban la esquina el jueves a la medianoche después de que el hombre sufriera el balazo y fuera llevado al hospital donde finalmente murió.
Efectivos que trabajaron en el lugar preguntaron a los chicos si sabían qué pasó y todos negaron saber.
"Lo vimos que estaba tirado nomás", dijeron. Entre ellos estaba el adolescente sobre quien en este momento recaerían las principales sospechas. Por prevención los demoraron.
Después de un par de horas en la comisaría, los tres fueron retirados por sus respectivos progenitores, ya entrada la madrugada del viernes.
El arma secuestrada será sometida a una serie de peritaciones para tratar de determinar si fue la empleada en el disparo homicida.
Durante las primeras 24 horas el caso fue un verdadero misterio, sin testigos directos y solamente con la filmación que después llevó a suponer que el tirador podría ser el ocupante de un auto gris, el que pasó a pocos metros de Muñoz porque después este se precipitó al suelo, malherido.
Para las leyes vigentes en Argentina, y en el caso de confirmarse que haya sido responsable de ocasionar la muerte a César, el adolescente sospechado resulta inimputable.
El arquero del club San Lorenzo del Cerro perdió la vida pocos minutos después de las 23:30 del jueves, cuando lo hallaron malherido en una cortada cercana a la esquina de Julio y Juan Velázquez del barrio Centenario.
Con llamados al sistema de emergencias 101 pidieron presencia de la Policía, mientras en el hospital local recibieron solicitud de que concurra una ambulancia por una persona grave.
Personal sanitario llegó a los pocos minutos, asistió al deportista y realizó el traslado al centro ce salud donde murió al poco tiempo.
Muñoz caminaba hacia la casa de su hermana para buscar una bicicleta antes de retornar a su domicilio.
Desde el principio quedó descartada la teoría de un disparo en ocasión de robo o intento de robo.
Efectivos de Investigaciones dependientes de la Unidad Regional Quinta trabajaron con apoyo de personal de la Dirección de Investigación Criminal llegado desde la ciudad de Corrientes y de la División Investigación de la ciudad de Paso de los Libres.
Junto a la Unidad Fiscal y al Juzgado de Instrucción a cargo de Sara Durand concretaron ayer los allanamientos con el resultado que podría derivar en el esclarecimiento del crimen.
Aparte de jugar al fútbol en la liga santotomeña, César integraba la comparsa Marabú. Por eso, su muerte repercutió con fuerza en la sociedad local y con fuertes reclamos de justicia.