En junio, la venta de combustibles tuvo una caída del 30% interanual

Recesión y desplome en el sector El mes pasado, las estaciones correntinas despacharon 26.862 metros cúbicos de nafta y gasoil, 11.991 m3 menos que en junio de 2024 (38.853 m3). Las estaciones de esta capital concentraron el 37,6% del total de expendio a boca de surtidor en el Taragüí.

EN EL COMPARATIVO INTERMENSUAL HUBO UNA MEJORA DEL 4,3%.

La Cámara de Estaciones de Servicio de Corrientes (CESCOR) dio a conocer que en junio los surtidores del Taragüí despacharon 26.862 metros cúbicos de combustibles, lo que representó un 4,3% (1.128 m3) más que en mayo (25.734 m3).

No obstante, al trazar el comparativo interanual, la mengua en las ventas es considerable porque en junio de 2023 las expendedoras sirvieron 38.853 m3, lo que redondea una caída del 30,8% (-11.991 m3).

En cuanto al desagregado por productos, se puede afirmar que el mes pasado se comercializaron 11.400 m3 de Súper, 7.252 m3 de Diésel Común, 4.185 m3 de Diésel Premium y 2.897 m3 de Nafta Premium.

Siempre de acuerdo a lo precisado desde CESCOR, en junio Capital acaparó el 37,6% de los hidrocarburos vendidos en Corrientes, ya que las estaciones emplazadas en la ciudad de Corrientes despacharon 10.098 m3.

Preocupación
La venta de combustibles cayó en junio pasado por séptimo mes consecutivo, con un desplome interanual del 12% promedio para las naftas y el gasoil, unos cuatro puntos porcentuales más que en mayo anterior.

La crisis en las estaciones de servicio tiene varias aristas. Por un lado, afecta negativamente la liberación de precios y el aumento acumulado del 55% en el primer semestre del 2024, pero también golpea a la comercialización la recesión económica en general, que provoca menos movimientos de bienes y mercaderías.

De hecho, según los datos oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación, la caída de ventas de combustibles se registró el mes pasado en todas las provincias del país y para todas las compañías despachantes. En el sector aseguran que sin la cosecha del campo y la alta demanda de gasoil, la crisis hubiese sido muchísimo más profunda.

Pero a pesar que las billeteras de los automovilistas ya no toleran tantas subas, en las petroleras evalúan un nuevo ajuste a partir del jueves primero de agosto próximo. El último informe de la consultora Montamat & Asociados, del exsecretario de Energía, a las naftas todavía les falta un 15% para igualar el precio de importación, mientras que al gasoil un 2%.

Fuentes del sector productivo de hidrocarburos admiten la brutal caída de ventas de combustibles y el fuerte impacto de la escalada de precios en las bocas de expendio, principalmente en las abanderadas.

Por eso, anticipan que para agosto el nuevo aumento será mínimo, de alrededor del 2% o 3% promedio en todo el país, si es que el Gobierno vuelve a postergar la entrada en vigencia de la mayor parte de los impuestos.

Además, los petroleros confirmaron que avanzan -lentamente- con pequeños reajustes casi imperceptibles al bolsillo, en la equiparación de precios entre el AMBA y el resto del país.

Un informe de Surtidores en base a datos oficiales indicó que en junio pasado se vendieron 1,3 millones de metros cúbicos de naftas y gasoil, frente a los casi 1,5 millones de m3 del mismo mes del año pasado. En la comparación con mayo la caída intermensual fue del 3,53%.

En cuanto a la venta por producto, las naftas Premium siguen en picada. A pesar de las múltiples promociones y descuentos que ofrecieron todas las marcas, en junio registraron un descenso del 20,61% interanual, mientras que la versión súper bajó 6,27%.

En el caso del gasoil, el mayor desplome sucedió en los productos de menor calidad (Grado 2), con una caída del 16,72%, ya que en el campo los productores agropecuarios con nuevas cosechadoras y maquinarias prefieren por el diésel de mejor rendimiento (Grado 3), que igualmente cayó 9%.

Si se comparan los números de junio del 2024 con el mismo mes del año anterior, todas las compañías registraron una caída en sus ventas, de hasta 30% en el peor de los casos. En este contexto, YPF perdió casi 3% del market share y bajó de la histórica marca de los 700.000 m3 vendidos mensualmente.

Los estacioneros advierten que siete meses de caída seguida no tiene asidero en ningún sector de la economía. Se quejan por la suba de los costos fijos, como las tarifas o paritarias, los altos impuestos, la baja rentabilidad y por la falta de planificación en el sendero de precios. Alertan, otra vez, por el cierre masivo de estaciones de servicio.